Quien esté libre de cometer un error ortográfico que levante la mano y tire la primera piedra. Ahora, dicho esto, hay erratas imperdonables sobre todo cuando estamos haciendo comunicación corporativa. Un logo, un eslogan, un folleto, una revista corporativa, mensajes en redes sociales, un anuncio, … Una falta de ortografía puede llevar a un problema de imagen importante para el negocio.

Como me gustan mucho los ejemplos, os voy a poner uno. Imaginad que veis un logo de una página de empresa en Facebook donde aparece lo siguiente: “Bienvenidos ha (nombre de la empresa)”¿Da confianza en sus servicios?

Cuidado con la ortografía y la gramática. Y lo digo, siendo consciente de que hasta el más erudito puede meter la pata y tener un día malo. Pero vamos a ver, si cuidamos el nombre de la empresa, si cuidamos el trabajo que hacemos de manera habitual, si nos dedicamos en alma al cliente… ¿por qué echarlo a perder con una hache mal puesta?

Como creo que las cosas bien hechas, bien parecen, una cosa es como uno quiera escribir en el “wasap” con sus colegas y otra muy distinta escribir en nombre de una empresa.

Signos de interrogación que nunca se abren – en inglés es perfecto, pero en español usamos dos símbolos – confusiones con “haber” y “a ver”, tildes fuera de lugar, infinitivos como si fueran imperativos y así un largo etcétera. Hay muchos mensajes corporativos en redes sociales que son para cerrar los ojos y coger mucho aire.

Y no he hablado de las comas, ese artilugio infernal que nadie sabe dónde poner… pues ya voy avisando que entre sujeto y verbo no se ponen nunca.  

Así que cuidado no sólo con lo que escribimos, sino también cómo lo escribimos. Consejos para evitar esto: leer detenidamente lo que hemos escrito antes de darle a enviar; si dudamos con alguna palabra, buscarlo antes en el diccionario; leer, leer y leer porque nos acostumbraremos a ver las palabras bien escritas y será más difícil realizar errores; utilizar el corrector de textos que te subraya si la palabra está mal escrita; …