Creo que cuando se habla de honestidad en comunicación, se debe de hablar con mayúsculas y en negrita. Es una de esas cualidades que todos deberíamos practicar. Y debemos hacerlo desde el momento en que escribimos un texto para un periodista, hacemos una llamada para ofrecer una información o cuando hacemos una propuesta a un cliente.

La honestidad es la clave para que las relaciones con clientes, periodistas y también colaboradores como pueden ser fotógrafos, traductores, comerciales de medios, etc. funcionen. Normalmente engañar, mentir, falsear y exagerar suele pasar factura.

¿En qué situaciones debemos poner en práctica nuestra honestidad, entendida como transparencia, realidad o ética?

– A la hora de realizar una propuesta comercial a un cliente 

– Cuando sabes que hay acciones que puede que no tengan el éxito esperado

– Cuando no vas a poder entregar a tiempo un trabajo o encargo

– Cuando no tienes la información solicitada

– En una situación de crisis

– Cuando llamas a un medio para ofrecer un tema 

– Cuando escribes una información

…

Las situaciones que se producen en el día a día son diversas, pero la máxima está en ser sinceros: Si decimos que una entrevista es en exclusiva, es porque lo es, y si decimos que una información es una primicia es porque lo es.