Las redes sociales son un canal de comunicación más para las compañías. Muchas de ellas cuentan con una estrategia de social media, saben qué quieren conseguir, dónde están sus clientes y qué contenido difundir. Sin embargo, hay otras que se han dejado llevar por la corriente, han abierto un perfil y con el paso del tiempo lo han abandonado. 

Estar en las redes sociales implica estrategia, planificación, objetivos, medición, actualización,… en definitiva, tiempo y recursos. Así que como consejos, antes de abrir un perfil de empresa en una red social hay que:

• Saber si es la mejor estrategia para la compañía.
• Tener claros los objetivos.
• Disponer de recursos – ya sean humanos o económicos.

Una vez que tenemos estos tres pasos claros, lo siguiente será:

• Decidir qué inversión habrá que hacer. ¿Se contratará personal? ¿Se externalizará el servicio? ¿Se utilizará un recurso interno? En este último caso, ¿qué tiempo tendrá que dedicar? ¿Qué libertad tendrá para publicar?
• Tener claro qué información queremos difundir, a quién y con qué objetivo. ¿Informativo? ¿Comercial? ¿Dónde enlazará? ¿Cuáles serán nuestras fuentes?
• Analizar qué redes sociales serán las más adecuadas. ¿Profesionales? ¿Generales? ¿Especializadas?
• Establecer un plan de publicaciones que permita la actualización de los perfiles. ¿Cuándo publicamos el qué?
• Diseñar un plan de respuesta ante posibles críticas o comentarios negativos. ¿Qué contestamos? ¿En qué tono? ¿Quién contesta?
• Medir si nuestra estrategia es la correcta o si hay que realizar modificaciones.

Estas son solo algunas pautas que nos pueden ayudar si estamos pensando en desarrollar acciones en redes sociales. Lo que hay que tener claro es que ya se deje en manos de expertos o se desarrolle de forma interna, las redes sociales son un canal que hay que cuidar y alimentar y que esto implica tiempo y recursos.