Por el precio de un café
Hoy, firma invitada, Isabel Muñoz, periodista de Diario de Teruel quien escribe un post que no os podéis perder sobre el periodismo local.
Papel o pantalla. El debate no cesa en el ámbito de la comunicación. Son muchos los que creen que el periódico impreso tiene los días contados pero otros románticos seguimos defendiendo este soporte periodístico. La información local, esa que habla de lo más cercano, no se puede entender sin este elemento.
Es cierto que en un clic se puede acceder a la noticia de última hora y que el mensaje que nos llega por el móvil muestra la foto del suceso que se ha producido hace un minuto. Pero esta inmediatez no puede competir con el placer de pasar las páginas de tu diario local, ese en el que puedes saber si reformarán las aceras de tu calle o lo que va a subir el autobús y que además de ofrecer estos contenidos cercanos se preocupa de aportar un plus de análisis y reportajes en profundidad.
La redacción de un periódico local es un microcosmos en los que se pueden encontrar expertos en tribunales, deportes o economía como en cualquier diario pero que son capaces de plasmar la idiosincrasia de una ciudad y buscar cada día algo nuevo sobre este espacio cercano.
Pero un diario local es algo más. Es una seña de identidad para una ciudad y tiene algo de memoria colectiva. Para comprobar esto solo hay que desayunar en una cafetería turolense donde el café no se entiende sin echar un vistazo a Diario de Teruel o escuchar las conversaciones en las calles: – “Te has enterado de …, ha salido en el diario”.
No todos los turolenses acuden al quiosco o reciben en sus domicilios este periódico pero todo el mundo lo lee porque ver la prensa local no es un hábito invidual, como ver un diario de tirada nacional, es otra cosa, es algo más. Es un acto colectivo que se comparte con el vecino o el compañero de trabajo.
En el periódico local, no solo se puede ver si ha salido la foto de tu hijo en la última carrera popular o conocer las decisiones del último pleno municipal, es también la oportunidad de saber que el día a día de tu ciudad tiene su propia crónica.
La testaruda crisis se empeña en minar poco a poco esta cita con la actualidad cercana, esa pegada al terreno, y en ciudades como Guadalajara o Cuenca el café matinal ya no tiene el mismo encanto y al final la charla se centra en si fue o no penalti, aunque el partido se haya jugado a cientos de kilómetros.
Sin comentarios
Esta noticia no se puede comentar