Comunicación corporativa: leer… y aprender

Últimamente me he acostumbrado tanto a leer, que todo lo que cae en mis manos se lleva una lecturita. Cuando digo todo, es todo: prospectos, carteles, folletos comerciales del super, el catálogo de Ikea, … bueno, vale, quizá todo no, la guía telefónica todavía no. Y creo que es deformación profesional.

Desde siempre me dijeron que en esto del periodismo había que leer, que para conocer la verdad había que echarle un ojo a varios periódicos, que tenía que estar al tanto de la actualidad – todavía recuerdo los test donde te aprendías el nombre de todos los ministros del momento, de todos los equipos de fútbol de primera división o las películas más taquilleras del cine español…- así que claro, se me quedó la costumbre.

Y es muy útil, ya no os digo lo de leer los prospectos – que también -, sino para la comunicación. Primero, cuando te piden una propuesta, empiezas a buscar información sobre la empresa: a qué se dedica, qué otras compañías similares hay, qué se dice en Internet, en las RRSS, en los medios, qué hay publicado en su página web …

Posteriormente, si empiezas a trabajar con esta compañía, lo normal es saber un poco más desde dentro, conocer al dedillo sus productos o servicios y el mercado en el que se mueve. Si además hablamos de sectores concretos, habrá que aprender terminología específica.

Así que no sólo es leer, sino también aprender. En el momento en que empiezas a conocer realmente a tu cliente, te vas convirtiendo en parte del equipo, en parte de la compañía y sus logros los terminas haciendo tuyos. Ese conocimiento también te va a ayudando a transmitir mejor sus noticias y a poder responder mejor a las preguntas que te puedan llegar desde los medios.

Este es mi consejo de hoy, si comienzas a colaborar con una empresa, lo mejor es que comiences a leer todo sobre ella.

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