No hace falta que diga que la tecnología está permanentemente en nuestras vidas. En lo personal y en lo profesional. La evolución de las TIC ha hecho que hagamos determinados procesos de manera diferente, normalmente más rápida y efectiva. La comunicación no se queda atrás y también ha sufrido cambios conforme se ha extendido el uso del email, Internet o las redes sociales.

No sé si todavía alguien enviará notas de prensa por carta o por fax, pero si es así, ya está tardando en cambiar el “chip” y nunca mejor dicho. Estamos en un momento en que los canales de comunicación han evolucionado, así que tendremos que adaptarnos.

Cuando empecé en esto, las notas de prensa se enviaban por carta o por fax. No os cuento lo engorroso del proceso: dobla, ensobra y envía por correo. Era realmente poco eficiente, lento y si tenías la suerte de ver la nota publicada, había pasado un mes desde el envío. Otra opción era el fax. La magia estaba en que llegaban de manera inmediata a las redacciones, pero era poco personalizado y luego te podías tirar una mañana enviando faxes a los distintos medios.

Entonces apareció un sistema mucho más cómodo, el email. Te permite personalizar el mensaje, enviar varios de un solo envío y al periodista recibir la información digitalizada. Todavía hoy es el método más utilizado para comunicarnos periodistas y empresas. Otra forma de enviar mensajes rápidos y urgentes era el SMS. Por ejemplo, las convocatorias de prensa podían llegar a través del móvil (sí, digo móvil y no Smartphone, que estos llegaron más tarde).

Hoy en día, las convocatorias pueden llegar desde Twitter en forma de mensajes directos, a través de emails o incluso por mensajería instantánea ahora sí en teléfonos inteligentes, tabletas o smartwatches.

Se ha ganado en personalización, eficiencia y eficacia, pero no nos olvidemos que a quienes les llega la información son personas, así que habrá que pensar en ellos y en el contenido cuando les enviemos informaciones o propuestas.