Convocar a los periodistas por WhatsApp era algo impensable hace sólo unos años. Enviar un emailing a clientes mediante SMS tampoco parecía fácil. Hoy en día, a pesar de que el correo electrónico sigue siendo el canal más utilizado, las nuevas tecnologías están cambiando cómo nos comunicamos. El uso del fax en los años 90 dio lugar al correo electrónico y las aplicaciones de mensajería móvil están sustituyendo a las llamadas telefónicas.

Todo está cambiando y a un ritmo vertiginoso. Y esto nos está llevando a nuevos canales y nuevas formas de interactuar con periodistas, clientes, proveedores, etc. En el caso de la comunicación los avances implican:

– Una comunicación bidireccional entre empresas y públicos. Estos últimos tienen voz y voto, por lo que es importante hablar con ellos de tú a tú y de una manera más personal. Se acabaron los mensajes en masa sin personalizar.

– Más herramientas con las que personalizar la comunicación. El mundo digital nos ofrece más opciones para conocer a nuestros públicos, así que aprovechémosla y ahondemos un poco más en qué necesitan nuestros públicos realmente. Todo bajo el amparo de la legalidad y sin usar atajos.

– Una comunicación más rápida y ágil. Tenemos múltiples formatos, canales y dispositivos con los que comunicarnos de manera instantánea. Emitir mensajes y también recibirlos.

– Una comunicación más creativa. Las nuevas herramientas tecnológicas nos dan la posibilidad de ir un paso más allá cuando queramos llegar a nuestros públicos: infografías, gifs, vídeos en 360 grados, realidad aumentada… la tecnología ya lo hace posible, ahora los humanos tratemos de utilizarla de manera más imaginativa.

– Una comunicación más eficaz. Siempre y cuando tengamos claro cuáles son los objetivos a conseguir y dónde están nuestros públicos, más rentable y exitoso será poder utilizar las herramientas hoy a nuestro alcance para alcanzar los objetivos.