Cuando una compañía externaliza parte o la totalidad de su área de comunicación, debe apoyarse en personas que hagan suyos los objetivos corporativos. Ser capaces de trabajar en equipo y aunar esfuerzos de manera conjunta permitirá alinear mensajes, recorrer el mismo camino y obtener resultados satisfactorios.

Una relación entre cliente y agencia de comunicación debe tratar de ser duradera. Para ello, es necesario la implicación de todas las personas, tanto de la compañía que contrata, como de las personas que llevarán la comunicación de forma externa.

Esa implicación se debe traducir en:

– proactividad

– honestidad

– creatividad

– flexibilidad

– esfuerzo

– empatía

– conocimiento

Si todos estos factores forman parte de la relación entre cliente y agencia/ejecutivo/consultor de comunicación, será más fácil que se puedan alcanzar:

– mejores resultados

– años de trabajo conjunto

– una relación de confianza.