Desde que nacemos estamos en constante comunicación, aunque probablemente lo que más utilicemos sea el lloro para dar a conocer que necesitamos comer, dormir o que nos cambien el pañal.

Poco a poco iremos desarrollando nuevas herramientas y canales que nos permitirán mejorar el envío de información y también la recepción de la misma. Cuando estudiaba periodismo en la facultad, debatíamos qué era la comunicación y si era necesaria la respuesta del receptor para que efectivamente existiera una comunicación real.

¿Es necesario responder ante un mensaje para que la comunicación sea de verdad? Hasta hace poco el marketing, la publicidad, la comunicación corporativa se basaba en la emisión del mensaje, poco importaba si el receptor opinaba o reaccionaba. Pero con la llegada de Internet y de lo que luego se ha llamado comunicación 2.0 ya podemos decir que la comunicación es bidireccional y que no sólo importa lo que diga la empresa, marca o medio de comunicación.

El receptor opina, comenta, expresa sus quejas, sugerencias e incluso puede cambiar  decisiones. Además, con las redes sociales, los blogs y otro tipo de nuevos canales, la globalización de la información es mucho mayor. ¿Estamos ya por fin ante una comunicación real? ¿Cómo deben afrontar las empresas y los usuarios estos cambios? ¿Si la prensa es el cuarto poder qué lugar ocupan los social media?

Todo esto el tiempo lo irá diciendo. Empecemos a reflexionar sobre qué es y cómo es la comunicación de hoy en día.