XX Congreso de Periodismo Digital de Huesca: hacia los muros de pago

Hace unas semanas estuvimos en el XX Congreso de Periodismo Digital de Huesca. Mucho ha llovido desde la primera edición, pionera en ponerle el apellido “digital” al “periodismo”. Probablemente a estas alturas de 2019 muchos le quitaríamos la coletilla y lo dejaríamos en Periodismo a secas. En el post de hoy queremos recoger algunas de las principales conclusiones de este encuentro que se podrían englobar en: muros de pago, desinformación, participación de los lectores, calidad.

Empecemos hablando de los muros de pago. Hace ya tiempo hubo intentos en nuestro país de establecer muros de pago, pero sin éxito. Lo que parece claro y así lo señaló Soledad Gallego-Díaz, directora de El País, es que el modelo informativo predominante será el periodismo digital pero la publicidad online no es capaz de sufragar costes. Así que hay que buscar una solución y estos son los muros de pago para determinados contenidos exclusivos y de mayor calidad.

Ahora, la pregunta es, teniendo en cuenta que el lector se ha acostumbrado o se le ha acostumbrado a recibir información sin coste, ¿estará dispuesto a pagar? Es cierto que las plataformas de vídeo en streaming han conseguido que muchos usuarios consuman películas y series pagando. ¿Lo logrará el periodismo?

Por otro lado, hablamos de bloquear contenido de calidad. Eso significa, ¿que el contenido que no tenga calidad seguirá siendo gratis? En ese caso, ¿no se estará contribuyendo a un periodismo menos riguroso y más de consumo masivo sin filtro?

Y aquí enlazamos con algo que también se repitió de forma constante: la calidad y la confianza en el periodismo. En los últimos años los periodistas hemos perdido credibilidad. Quizás para ganarla sería importante que los medios se preocuparan más por ofrecer al lector información de calidad y menos por el titular que más tráfico va a llevar a la Web o qué palabras mejoran el posicionamiento y la difusión de una determinada pieza de contenido. Quizá falta un poco de autocrítica y sobran algunas métricas.

Y no perdamos la esencia del periodismo, bajemos a la calle, hablemos con los lectores, busquemos historias e investiguemos. El periodismo debe volver a sus orígenes, quizás así se podrá recuperar una calidad que a veces cuesta ver. Pero para esto se necesitan recursos e inversión para dotar a las redacciones de más profesionales que puedan dedicar tiempo a los contenidos.

Por último, tenemos la desinformación: es tal la avalancha de datos y de “información” en la red que se nos cuelan noticias que precisamente no deberían serlo. Y es que una noticia falsa no debería existir por el mero hecho de ser falsa. ¿Cuál es aquí el papel de los medios? ¿Y de los periodistas?

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