Me han pedido consejo sobre estudiar periodismo. Y claro, me he visto en una complicada disyuntiva. Por un lado, me encanta ser periodista, escribir, incluso estar en el lado de la consultoría de comunicación. Pero también es verdad que la profesión está tocada. En realidad, lleva mucho tiempo así, ¿qué le puedes decir a un estudiante de periodismo que te pide ayuda?

Sabemos que se idealiza la profesión – ¿cuántas series de televisión o películas tienen al periodismo como protagonista? – y que también que muchos de los que entran en la universidad van a tener muy complicado encontrar un puesto de trabajo en este sector. Estamos ante una profesión con altos índices de paro, intrusismo y precariedad.

Lo fundamental, como en todo, es saber cuáles son las expectativas y ver cuánto de fácil puede ser satisfacerlas. ¿Cuántos no hemos estudiado pensando en que vamos a ser corresponsales, enviados especiales, periodistas de investigación, críticos de cine o reporteros enfocados en la denuncia social?

¿Y cuántos hemos tenido que renunciar a ese primer sueño al darnos cuenta de que la realidad es otra?. Muchos nos hemos adaptado, formado o reciclado y hemos optado por otros sectores en los que a priori no creíamos. Otros han seguido con su sueño pese a lo que pese y hay otros que han renunciado a él y han tenido – en muchos casos porque no les ha quedado más remedio – que dedicarse a algo totalmente diferente.

Luego están los datos, según el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), en 2013 hubo 10.560 periodistas registrados, un 1% más que en 2012 y un 132% más que en 2008. De ellos, el 63% son mujeres y el 37% hombres.

¿Qué consejo le darías a un estudiante de periodismo? ¿Dentro de cuatro años habrá cambiado el panorama?