Las agencias y los consultores de comunicación debemos tener claro que las acciones que propongamos a las empresas con las que trabajamos tienen que estar totalmente coordinadas con su estrategia de negocio. Es clave que cada organización hable con una sola voz aunque los mensajes se difundan desde distintas áreas.

Por eso, es necesario conocer cuáles son las líneas básicas de la estrategia de negocio: en qué temas hay que hacer hincapié, cuáles son las campañas en las que se trabaja, cuál es el público al que se dirige, qué objetivos se quieren conseguir… etc. Todas estas cuestiones deben quedar reflejadas en las distintas reuniones de planificación.

Una vez tengamos esta información sobre qué mensajes quiere emitir la compañía y cuándo, lo mejor es realizar un plan de comunicación alineado con los objetivos de negocio donde consten las fechas y el detalle de cada acción. Evidentemente, hablamos de información publicable o que se pueda difundir.

Para conseguirlo, la comunicación debe ser transversal en las organizaciones. No puede haber silos o compartimentos estancos. Por ejemplo, si desde el departamento comercial se están enfocando los mensajes en un sector determinado, desde comunicación habrá que hacerlo también.

Hay organizaciones que tienen reticencias a la hora de compartir información incluso con sus propios departamentos. Sin embargo, más allá de cuestiones totalmente confidenciales o críticas, el poder saber hacia dónde se dirige el negocio es fundamental para dar coherencia a los mensajes de la organización.