Como estamos viendo, la pandemia de COVID-19 está haciendo que todo se vuelva más digital. Es la tabla de salvación para muchas empresas y negocios. ¿Qué hubiera pasado hace 20 años cuando el uso de Internet, tal y como lo conocemos hoy, daba sus primeros pasos y las redes sociales no existían?

Muchas compañías han tenido que afrontar una renovación de sus negocios, impulsando la venta online o actualizando sus sitios Web para dar nuevas soluciones a sus clientes. Y esto ha cambiado sus canales de comunicación y sus mensajes.

Todo se ha vuelto más inmediato, más cercano y también más improvisado. No había tiempo que perder. Aquí la flexibilidad, inmediatez y capacidad de difusión de las Redes Sociales ha apoyado estos cambios. Poder estar en contacto directo con los clientes confinados en las primeras semanas ha permitido mantenerles informados, poner en marcha nuevas iniciativas y no perder del todo la posibilidad de venta.

Pensemos en todas las pequeñas tiendas y comercios cuya principal venta era física. Muchos han tenido que actualizar sus Webs para comercio online con todo lo que eso supone: seguridad, usabilidad, canal de pagos, etc. A su vez, sus redes sociales han crecido como canales de comunicación y marketing y el contacto con los clientes habituales ha sido posible gracias a campañas más directas.

Otros han apostado por las redes sociales para dar a conocer productos y poder realizar pedidos.

Por eso, si ya antes las páginas Web eran el escaparate de la empresa, hoy lo han sido más que nunca. Lo mismo ha ocurrido con las Redes Sociales que se han incorporado mucho más al canal de venta. Pero para que todo funcione, hay que tener en cuenta:

– Diseño Responsive

– Óptima Experiencia de Usuario

– Claridad de los mensajes

– Seguridad en la navegación – aún más si hay canal de pago

– Información completa con todos los datos de contacto actualizados

– Incorporación de imágenes que aporten información

– Interacción con usuarios

– Cumplimiento de Protección de Datos

Buscar alternativas ha sido obligatorio para los pequeños comercios cuando era imposible la venta física. Aún hoy, cuando las medidas se están aliviando, disponer de buenas canales de comunicación con los clientes es fundamental para poder seguir en el negocio.