Comunicación: artesana y personalizada
Conseguir adecuarse a las necesidades e intereses de empresas y usuarios suele llevar al éxito. Algo que también ocurre cuando somos capaces de personalizar las acciones de comunicación, empezando por las propias propuestas y planes. Una programación centrada en el cliente y en el usuario tendrá mejor respuesta que otra más automática y masiva.
Cuando hablamos de personalizar la comunicación, lo entendemos desde todos los puntos de vista, en especial, desde su origen.
Y eso se consigue en primer lugar conociendo los objetivos y necesidades de cada empresa. Por ello, escuchemos de forma activa en esta fase de análisis. Será más fácil poder buscar las estrategias más adecuadas.
Aquí es donde no nos tendremos que dejar llevar por modas. Si no, por buscar las acciones más interesantes para cada compañía en función de su idiosincrasia. No todas las empresas necesitan estar en todas las redes sociales o invertir en televisión.
Lo habitual es que cada empresa quiera diferenciarse y quiera llegar a sus clientes con unas señas de identidad propias. Así que, ¿por qué utilizar las mismas estrategias que los demás? Centrémonos en dónde está su target, cómo se puede acceder a él, cuáles son los mensajes que nos hacen distintos, qué presupuesto tenemos, …
Todas esas cuestiones serán las que nos ayuden a personalizar las acciones, a realizar una comunicación artesana centrada en lo importante – conseguir los resultados que necesita la empresa – , que sea única y que destaque por ser diferente, pero efectiva.
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