Aunque como ya comentamos en un post anterior, cada agencia de comunicación es un mundo, sí que suele tener una serie de características comunes. Hoy queremos hablar de cómo suele ser el proceso de la creación de contenido. Desde que es una simple idea hasta que se convierte en una pieza publicable.

La idea puede surgir de varias formas:

– dada por la empresa cliente

– buscada por el consultor

– un braimstorming

– una conversación con terceros (en una entrevista, por ejemplo).

Una vez que la idea es aprobada, porque se considera que su difusión beneficia a la compañía, que puede tener un buen recorrido y un buen resultado en los distintos canales de comunicación, entonces es el momento de recopilar la información.

De nuevo, esta fase puede tener varios caminos. Por ejemplo, la información se puede obtener mediante una pequeña entrevista o cuestionario a algún responsable o con documentación que te hagan llegar o que puedas buscar. El objetivo es tener un briefing para poder empezar a crear.

Si se necesita la colaboración de una tercera compañía, entonces habrá que ver con su departamento de comunicación o agencia cómo gestionar la recopilación de datos.

Una vez que tenemos la información, entonces hay que analizar qué pieza de contenido se va a elaborar para realizar la estructura. Puedes pensar que una idea se puede convertir en un determinado tipo de contenido, pero con el briefing te das cuenta de que puedes generar otro o más de uno.

Dependiendo de si es útil para un artículo técnico, una noticia para la web o una nota de prensa, el enfoque y la disposición del texto, imágenes, titulares varía.

Teniendo claro el tipo o tipos de contenido, se elaborará un primer borrador que habrá que enviar sí o sí al cliente para su validación. En el caso de que haya más empresas que deban dar su aprobación, entonces, de nuevo, hay que trasladar esa pieza también a esa otra compañía y a su departamento correspondiente.

Finalmente, una vez que la comunicación está aprobada por todas las partes, entonces sí, ya se podrá comunicar (publicar en redes, en la web, en medios, en la newsletter, etc.).

Este proceso puede ser relativamente corto o llevar meses. De todas las fases, la que más tiempo suele durar es la de aprobación.