Si echamos un vistazo rápido a cualquier portal de Internet, a las redes sociales, a una revista impresa o incluso a un diario, nos damos cuenta de la importancia que tiene la imagen. Cada vez cuidamos más todos los elementos gráficos que acompañan o son parte fundamental del mensaje que queremos transmitir. Más en el mundo digital.

En estos momentos, el contenido audiovisual es imprescindible en las acciones de comunicación, desde las infografías, hasta los vídeos corporativos, sin olvidar las fotografías.

Así que aquí van los principales tipos de contenido gráfico a tener en cuenta hoy en día:

• Infografías: deben ayudar con un único vistazo a entender la información y ofrecer contenido estructurado. En redes sociales son un recurso que alcanza buenas tasas de interacción.
• Imágenes corporativas: es el más tradicional y desde mi punto de vista es imprescindible. Toda empresa debería disponer de fotos de calidad de sus directivos y portavoces, instalaciones, productos e incluso equipo. No valen las del directivo en la playa, ni las del tipo fotomatón. Deben estar hechas por profesionales y transmitir los valores de la compañía.
• Vídeos: es el formato del momento. No deben ser largos, ni aburridos. Deben condensar en pocos minutos lo esencial de la información y lo recomendable es que estén subtitulados puesto que cada vez se visualizan más sin sonido.
• Gráficos interactivos: muy utilizados en los medios de comunicación para explicar temas complejos. En ellos el usuario puede interactuar con la información y obtener datos que le sean relevantes.
• GIF: deben su nombre al formato y básicamente son imágenes repetitivas en movimiento. Se emplean mucho en redes sociales y también tienen buenas tasas de interacción. Aunque habitualmente se usan como recurso humorístico, también hay compañías que las utilizan para emitir información.
• Memes: da igual el acontecimiento que ya habrá alguien deseando hacer un meme. Al igual que ocurre con los GIF surgen para llamar la atención y tienen un componente cómico, pero también pueden ser parte de las acciones de comunicación corporativa.

Todos estos elementos pueden combinarse y tendrán siempre que estar alineados con el resto de recursos de la empresa y con el mensaje que se quiera ofrecer.