La COVID-19 y, sobre todo, la falta de tratamiento y vacuna para luchar contra ella, no nos deja otro camino que prevenir su contagio. Y, teniendo en cuenta la información existente hasta el momento, solo se consigue con distanciamiento social, el uso de protección y medidas higiénicas. Así que debemos cambiar los hábitos y nuestra forma de trabajar siempre que se pueda. En el sector de la comunicación no nos queda otra que virtualizar los eventos y las reuniones hasta que vayamos pasando las distintas fases de la denominada “desescalada”.

Tenemos la suerte de desarrollar tareas que se pueden realizar fácilmente en remoto. Escribimos en ordenadores, enviamos comunicados y notas de prensa o emailings por correo electrónico y hablamos por teléfono con periodistas, clientes, colaboradores y proveedores.

Sí, se echa en falta hablar en persona o poder compartir una comida con periodistas o clientes. Siempre se agradece y estrecha lazos. Pero por el momento, tenemos que recurrir a la tecnología ¿Qué habría pasado hace 20 años?

Hoy, tras casi dos meses de confinamiento, las áreas de comunicación – más allá de cambios de estrategias o adecuación de mensajes y contenidos – han continuado su trabajo de forma remota. La labor de agencias y consultores puede realizarse perfectamente fuera de una oficina siempre que tengamos las herramientas apropiadas para ello: conexión segura y fiable o equipos informáticos con todas las aplicaciones necesarias para reuniones o seminarios online.

Hoy las ruedas de prensa ya son virtuales, los eventos se desarrollan con aplicaciones específicamente preparadas para ello y las reuniones con los clientes son igual de productivas que si estuviéramos en una oficina.

No sabemos cuánto durará la situación o si será algo que incorporemos de una forma más habitual, pero mientras tanto, seguiremos virtualizando la comunicación.