No será la primera vez que mencionemos la honestidad en nuestro Blog. Es uno de los aspectos fundamentales para que la comunicación empresarial sea exitosa. Hay que comportarse de forma honesta con clientes, proveedores, empleados y medios de comunicación. Hoy hablamos además de otros factores de éxito en la comunicación como el sentido común, la creatividad, el trabajo en equipo o la experiencia.

Cuando se trabaja en comunicación corporativa o empresarial, hay que tener en cuenta que no todo vale. No vale mentir, falsear, exagerar o hablar más de la cuenta. Los mensajes que una compañía emita deben estar alineados y deben ser no sólo creíbles, sino además auténticos.

Para ello, las personas que participamos en esas estrategias de comunicación debemos saber que hay valores que debemos defender e incorporar en nuestra tarea diaria:

– Honestidad: desde nuestro punto de vista, es primordial no mentir. Hay que ser honestos y coherentes con lo que emitimos. Una mentira solo funcionará una vez y sus consecuencias son más perjudiciales que haber dicho una verdad. Recordemos esto para los momentos de crisis donde una comunicación honesta es más efectiva que aquella que oculta los hechos.

– Sentido común: usemos la lógica y apliquemos uno de nuestros mejores sentidos. No hagamos algo que no nos gustaría que nos hicieran y tratemos de empatizar con los interlocutores.

– Trabajo en equipo: cuando los objetivos son comunes y se comparten estrategias, hay una mejor coordinación. Fundamental en ese caso es la escucha activa de las personas y empresas con las que colaboramos.

– Creatividad: un valor al alza en el momento de buscar la diferenciación con respecto a otras compañías y sus mensajes.

Estos son solo algunos aspectos que consideramos básicos cuando trabajamos en la comunicación corporativa, pero se podrían añadir otros como la experiencia, capacidad de reacción, de improvisación y la flexibilidad.